El Caso de Brasil

Hago esta entrada explicatoria porque he visto a mucha gente con falta de memoria, o en su defecto, que critican sin saber como son las cosas a un árbitro en especial; que a pesar de entrar hace muy poco al panel FIFA, ya está dentro de los mejores de Sudamérica -y del mundo-.

Brasil tuvo que buscar árbitro para el 2014 hace mucho tiempo, en 2010 ya todos sabíamos que el trimundialista Carlos Simón debía abandonar el arbitraje debido a su edad, pues en ese año cumplía sus 45 años. Ante ello, probaron varios árbitros para este puesto, pero entre chiste y chance fueron varios los que fallaron diferentes requisitos para integrar la lista del Mundial 2014.

Leonardo Gaciba se perfilaba como una buena opción para que Brasil tuviera un representante serio en el Mundial, después de haber ingresado al panel FIFA en 2005, Gaciba fue seleccionado como mejor árbitro de Brasil durante 4 años consecutivos. El brasileño, oriundo de Porto Alegre, logró dirigir 31 juegos internacionales; incluidos dos juegos de Eliminatorias, lo que acreditaban a este árbitro como un gran candidato. Sin embargo llegó la maldición de los árbitros brasileños en los últimos años: las pruebas físicas; Gaciba no pasó los test para seguir siendo FIFA en 2010 y su medalla fue retirada, y, al intentar volver en 2011 no logró superar los exámenes, por lo cual decidió dejar su carrera arbitral de lado.

Ante la falla de Gaciba, la Conmebol en 2011 empezó a acelerar el crecimiento internacional de un árbitro de Sao Pablo, Wilson Luiz Seneme. Seneme curiosamente quedó fuera del panel FIFA en 2008 debido a la misma "maldición", pero aún así se le consideró para representar a Brasil en el Mundial. En 2011, con un año magnífico, dirigió eliminatorias, la final de la Copa Sudamericana y cuatro juegos en el Mundial sub20 de Colombia, lo que hacía de este árbitro uno serio y con grandes posibilidades del Mundial al completar 31 partidos internacionales en poco tiempo. Sin embargo, la misma "maldición" de siempre lo volvió a aquejar, perdió los test físicos en Zurich y a pesar de estar confinado en la CBF para que rindiera mejor en el supletorio, no los logró aprobar por lo cual se quedó con la ilusión de ser el representante en 2014.

En su afán por encontrar un árbitro para el torneo, la Conmebol fijó su mirada en un árbitro relativamente nuevo: Leandro Vuaden. Era internacional desde 2009, pero no había tenido mucha participación, aunque, en 2012 y 2013 llegó a dirigirlo todo, incluido el duelo por eliminatorias entre Argentina y Uruguay en Buenos Aires. A pesar de ello, Vuaden no mostró ser un árbitro muy confiable, dejando jugar mucho, perdonando algunas entradas fuertes y cometiendo varios errores, las esperanzas que habían sido fijadas en él, se fueron diluyendo más rápido de lo que llegaron.

Mientras tanto encontrar árbitro para 2014 se volvía una utopía en Brasil, por lo cual se lanzó una especie de operativo en el cual se apostó por todos los árbitros disponibles en Brasil, a ver cual rendía mejor: Marcelo Henrique demostró ser un árbitro confiable, pero con poco apoyo político; Ricardo Marques dejo bastante claro que le faltaba muchísima experiencia y que sería un error pensar en él. Paulo de Oliveira fue una dicotomía absoluta, un día hacía un arbitraje de 10 puntos y al otro te salía con un partido bastante flojo, por lo cual aún siendo bastante experimentado y tener edad para dos mundiales no fue del todo considerado. Con el panorama de esa forma, la FIFA se decidió por dos árbitros: uno con bastante experiencia como Heber Lopes, al cual ya habían observado anteriormente y el único de los jóvenes que empezó a mostrar buenas actuaciones a medida que recibía más partidos, Sandro Ricci, creando una especie de batalla "flash" entre ambos.

Heber Lopes se mostró muy confiable en los juegos FIFA, dirigió de gran manera partidos difíciles de eliminatorias como el Colombia vs Uruguay y el Ecuador vs Chile, aunque su extraño estilo mostraba algunas falencias en juegos calientes de Libertadores, donde parecía que los jugadores se irían a los puños. Aún así dio batalla todo lo que pudo, al punto de lograr que se especulara con llevar dos árbitros brasileños al Mundial mientras que Ricci, en un sólo año, tomaba la ventaja.

Si, es verdad, entró al panel FIFA en 2011, apenas 3 años antes del Mundial y si, tienen toda la razón, su debut en Libertadores fue "apenas" en 2012, pero aún así ya lleva más juegos internacionales de lo que alcanzaron Gaciba y Seneme, por ejemplo. Si tienen toda la razón, no ha pasado de cuartos de final en Libertadores y su único juego en fase de eliminación directa de este torneo fue un duelo entre brasileños. ¡Y que más da! Ha sabido dirigir esos juegos de manera increíble a medida que se los han dado, logró sobreponerse a la presión de ser el nuevo, el novato, como dicen muchos y da lecciones de arbitraje a muchos de los que creen que en solo dos años no se puede alcanzar la excelencia. Si, es verdad, lo promocionaron mucho, ¿y acaso no hicieron los mismo en UEFA con Mazic, Cakir, Proenca y Velasco? ¿No llegó Velasco en su primer año como Elite a dirigir la final de la Europa League? ¿Acaso no logró Proenca en dos años dirigir la final de la Champions y la Euro? Seguro eso también fue porque alguien quiso impulsarlo, pero aún así lo aplauden todos, ¿por qué les cuesta tanto reconocerle lo mismo a Ricci? Dirigió muchísimo más que cualquier otro árbitro sudamericano en el pasado 2013, en su primer tonreo FIFA alcanzó unos cuartos de final y se quedó con el juego por el bronce. Además unos meses después, demostró que tiene toda la solvencia del mundo como para dirigir una final del Mudnial de Clubes. ¿Acaso quieren en el Mundial árbitros FIFA desde 1999, como Carlos Amarilla, solo por ser de 1999? ¿Es mejor llevar ese tipo de árbitros o un árbitro que te saque adelante sin ningún problema el Ecuador vs Uruguay con más "morbo" de los últimos tiempos?

Mi intención no es hacerle propaganda a Ricci ni mucho menos, pero sí me gustaría que se le empezara a reconocer todo lo que ha logrado desde 2011 para ser el árbitro que, seguramente, representará a Brasil en la máxima fiesta del fútbol y no se le vea como el único recurso político de Brasil, porque no es así. Y que quede claro, para muchos que ya lo han insinuado, yo nunca he hablado con Ricci, ni su dirección de e-mail conozco; por lo cual, sería ridículo afirmar que él es quien dirige a escondidas este blog para auto-promocionarse...